martes, 30 de junio de 2009

Es cuando YO quiera...

He aprendido que el valor de las personas en mi vida, es una decisión sólo mía. No quiero decir que nadie tenga valor per ce y que sólo yo puedo decir quien vale y cuánto, si no que, yo decido si acepto o no la trascendencia que en potencia llevan para incidir en mi existir.

Un hombre al que amé muchísimo, tiene muchas cualidades, sin embargo, si yo no hubiese decidido verlas, sólo habrían sido SUS cualidades, allá, en él, no tendrían nada que ver conmigo, no serían mías. Hoy entiendo que si lo amé es porque yo he decidido ver su ser, su alma y abrazarlos. Si yo jamás hubiese decidido verlo y amarlo, simplemente no hbaría sucedido. Es como si mi conciencia en una de sus facetas escondidas, me hubiera dicho: aja! mira esto! míralo! míralo! encántate!. Claro, algo tiene que ver con la conexión que había, pero fui yo la que lo amó a él, la que lo vió, y siempre estuvo en mi poder esa situación. El no decidir dejar de amarlo es así también mi responsabilidad.

Soy muy afortunada por haber decidido ser afectada por los que amo, por mi familia y amigos, a quienes quise ver y ser vista por ellos, que deciden todos los días involucrarse conmigo de distintas formas.
Así soy elegida y amada por elección por las personas, y yo también, como todos, puedo decidir cuanto tiempo me afectarán sus virtudes.