miércoles, 15 de julio de 2009

El ignorarnos provoca amargura.

Iba en el 'pacer' (pesero) y seguramente vi a algun mentado mentándole la madre a alguien, no lo sé, seguramente fue algo así porque me quedé clavada pensando en cómo es que cambiamos nuestro humor de niños a adultos.
Durante mucho años trabajé con niños, con ellos aprendí más que en la escuela porque me presentaron con alguien muy especial: conmigo misma.
Los peques tienen un radar (muy parecido al de los gays detectando gays) que les dice cuando un adulto no es seguro de sí mismo y no se quiere. En ese momento emprenden un carrerita y se avientan sobre la barda del 'ya me lo chingué' y empiezan a hacer uso de sus monerías para sacarlo de quicio.
Un niño te puede hacer pedazos en un minuto, y lo que tienes que tener muy claro al estar con uno de ellos, es que no eres más que él.
Así es como uno logra comunicarse con ellos, en realidad no hacen falta muchas palabras, ellos son usurios constantes del lenguaje de los sentimientos a través del cuerpo, de los ojos.
Hice mucho amiguitos así. Me ayudaron a ver todo lo mierda que puedo ser, que antes era invisible a mi ojos porque le solté la mano a la pequeña yo, para tomarme de un montón de artificios fabricados por los adultos para que, precísamente, no podamos expresar nuestros sentimientos, noooo qué miedo!

En este mismo sentido, creo que los grandes hacemos todo lo posible por hacernos de enemigos, por mostrarnos enojados porque sí, cuando en realidad estamos enojados por algo que nos lastimó en el pasado en el alma, que hirió a nuestro pequeño yo, y como buenos ignorantes de nosotros mismos, lo encerramos y lo regañamos por ingenuo.
Error.
La ingenuidad no puede permanecer, la inocencia se va perdiendo con la experiencia per ce, sin embargo esto no debe ser de ninguna manera el factor principal en el producto de un enojo generalizado con la vida, o cuando menos, con cualquiera que en potencia pretenda lastimarnos o abusar de nosotros.
En el lugar que dejan la ingenuidad y la inocencia, deben quedar la pericia y la astucia, no para perjudicar al otro, sino para proteger a nuestro niño.
Hacerse respetar no es igual que enojarse, es darse su lugar, haciendo uso de nuestra inteligencia y de nuestro lenguaje emocional. Yo sé que parece más difícil, sin embargo no lo es tanto. Sólo hay que relajarse y confiar en nuestro poder, en el bagaje emocional que nos han dado nuestro años y decir: 'me estás lastimando, deja de hacerlo' o 'me sigues agrediendo y estoy enojado, voy a defenderme'

La claridad con la que tengamos nuestras emociones, tal vez no en la mente, en el corazón, nos permitirá salvarnos de una vida llena de enojos, frustraciones, amargura... al hablar con nosotros mismos sobre lo que nos sucede hará que nuestras acciones sean claras y nuestros mensajes lleguen a su destino tal y como queremos, evitando una nueva confusión o herida.

No te tengas miedo, eres tu mismo!
Te lo debes!

domingo, 12 de julio de 2009

Pendientes






























El pasado viernes, extrañamente me negué a todas las invitaciones que tenía para salir, a mis amigas que querían contarme sus de sus vidas, a mis amigos que querían chelear.
Sólo no-quise-salir.
Quería llegar a mi casa como si tuviera algo muy importante qué hacer que me provocaba la extraña sensación de ansiedad y vacio en el estómago. Yo tengo una teoría acerca del vacio en el estómago; creo que llega cuando algo nos reclama el corazón, cuando necesita alimento pa seguir sintiendo, pa seguir latiendo.
Al fin llegué y desenfrenadamente comencé a limpiar mi habitación, sacudir, barrer, trapear, tender la cama con sabanas limpias... seguía faltando algo. Mi nostalgia me reclamaba que lo que mas deseo en el mundo es que aquel hombre que me lastimó de muerte, y y vive ahí, en mis deseos de todos los días, claro, los más profundos, lo más negables, los más animales. Quién en su san juicio querría que el hombre que le ofreció su empresa, su amor, su amistad, y después se lo arrebató sin piedad para darselo a una que decíase buena gran mejor amiga regresara a su vida? Bueno yo no, el problema es que mi sano juicio aun no me domina, y el amor que aún le profeso al sujeto, me invade ciertos momentos en que mi respiración es profunda y mi alma siente que aquel grita mi nombre (será mi propio deseo que desea que realmente sea así).

Mientras seguía con mi labor de limpieza, la cual tenía pendiente desde hace como 2 meses (...uuuups) me topé con la cómda,
Cajón #1: cepillos, ligas, pinzas, secadora, plancha, mousse, bla bla
Cajón #2: Lencería: Divina lencería.
Cajón #3: Cables, cd's de respaldo, garantias... bla!
Hasta que llegué al cajón #4... ahí estaba con todo lo cerrado que estuvo durante más de 6 meses... mas de 6 meses en lo que no quise ni mirar, ni siquiera tocar, ni recordar lo que tenía ahí adentro.
Rápidamente la solución.
Decidí que la limpieza había llegado a su final. Ya, terminé.

"En realidad no he terminado, la verdad es que quisiera por fin sacar todo lo que tengo ahí dentro, así que lo haré."
Lo abrí. Ahí estaba lleno de pasado. Lleno de 8 años de pasado gritándome todo a lo que yo pertenecía, todo lo que me hacía la empleada más felíz, lo que me hacía levantarme en las mañanas con una sonrisa y me daba la oportunidad de hacer mi sueño de colaborar en el mejoramiento de la especie humana realidad.
Hasta que me enamoré y cometí el error más caro la existencia de mi humanidad.
Me enamoré del que justo me habia comprometido a aceptar la responsabilidad de ser su 'socia' y pongo ' ' porque sólo era en nombre, bueno jajaja, en ese momento me creía mucho.
Me enamoré del que me comprometía a hacer cada vez mejor mi trabajo alentándome, porque, vamos, tiene talento para ser líder.
Me enamoré del que me compretía a entregarme a él porque me deseaba mucho y estaba terriblemente herido y deseaba que yo lo salvara.
Me enamoré del hombre que comprometía todo mi tiempo, endosando todo mi mundo a su decisión y a su convicción... o placer.

Todos esos 8 años recluidos en el 4to cajón de mi cómoda fueron puestos en una enorme y blanca bolsa de basura, de esas que te da gusto cerrar y sacar al patio. Con furia. Con decisión y lo mejor de todo: sin lágrimas.
Estuve felíz.
Y pensé en todo el tiempo en que eso estuvo ocupando mi espacio, y en todas esas cosas que encontré en mi limpieza, todas pendientes de meses atrás: libros, revistas por leer. Cositas por enganchar en un llavero porque cóooomo las iba a tirar estando tan bonitas. Una carta de mi abuelita que no he contestado (bastarda de mi) y un sobre todo: un hermoso sueño dentro de un cajón porque antes de enfrentar la realidad (esa que me dice que no me quiso y que jamás le importé) (y que se aprovechó de mi) (y que es un bastardo) (y que yo fui muy responsable por haberle creído cuando mi intuición me gritaba desesperadamente que todo terminaría muuuy mal) es mejor renegar de lo que a uno le hace muy feliz, pero que implica un gran esfuerzo.

Todos estos meses, así como he ido dejando cosas en mi cuarto en el camino del a diario, he dejado mis proyectos y mis pensamientos. Todos los días tratando de responder a una sola cosa: ¿me quiso?, que además, es la única pregunta que fue contestada hace tiempo sin palabras, sólo con indiferencia y con desdén, frialdad. Pero claaaro, como no me gustó la respuesta, pos he invertido ganas y una colitis en encontrar en mi mitómana mente la respuesta que me aleje del sentimiento de haber sido usada, nada más.

¿Cuántas cosas dejaré regadas por ahí como si no tuviera vida para resolverlas? ¿por qué me he permitido eso cuando todas esas cositas me importan tanto?

Ya decidí trágicamente irme de donde estaba, porque ahí no me querían y el lugar donde fui muy feliz, era ya mi peor verdugo, y me fui. A buscar solo un empleo que me permitiera pagar cuentas, pero sobre todo, que me permitiera pasar los días en virtud del futuro.
Pero el futuro se contruye concluyendo el día a día, no dejando pendientes, no dejando todo en espera...

Ahora me siento mucho mas limpia, pero me peleo mucho con el ego, mi gran ego, y acepto que sí, soy tonta y todavía lo amo, pero que no estoy dispuesta a regresar a donde no me quieren y no me valoran. Que tengo muchas ganas de mi futuro, que quiero hacer todo lo que me gusta y jamás volver a poner en un cajón mi más grande sueño, menos aún por un tipo que cuando lo vi con un bastón porque estaba lastimado, casi me muero del dolor, y que cuando me vió lastimada, hizo todo lo posible por hacerme sufrir más, y no le importó.

Amigos, tengo un nuevo propósito, quiero ser felíz con todas las cosas maravillosas que tengo, y dar seguimiento en todos mis asuntos, quiero vivir bien y no sobrevivir, ni pasar matando el tiempo para evadir la propia vida.

:D

domingo, 5 de julio de 2009

Hoy me levante muy temprano y contenta a votar


Hoy desperté pensando en lo afortunada que soy por ser yo jaja. Yo si voy a votar porque sé qué pedo... y busqué mi casilla en la pa´gina del IFE, luego fui con mi hermana (por cierto, nos pareció muy extraño que no nos tocara en la misma casilla) cuando esaba ahí en la cabinita chafa de plastico ultadelgado para botar pensé en la posibiliadad que me daba el crayón en la mano de anular mi voto. Llevo como 2 meses peleándome con todos los que emocionados me decían que lo anulrían... ahí mi boleta me decía tu también puedes hacrelo sabes? Pero no lo permití, solo cruce las opciones con las que me sentí mjor despues de una exhaustiva investigación.
Ya cerraron las casillas, pero bueno no está demás recordarles lo importante que es ejercer y utilizar todos los medios de expresión, actuar, no sólo estar enojado, hacer algo al respecto, mantenerse en movimiento.
Si no fuiste a votar o anulaste tu voto, mejor no me lo digas porque no me voy a encabronar, a mi no me hciste ningún bien, lejos de eso, te hiciste mas ajeno a lo que todos necesitamos: paricipación proactiva.
Votar por alguien es mas que solo cruzar un simbolo con un nombre y esperar que la magia suceda. Si ya votaste sigue participando, sigue exigiendo, incluso si no ganó tu candidato.
Amigos hoy ejercimos el hermoso derecho de elegir a nuestros representantes, eso es feiz porque es una rueba de que no vivimos en el absolutismo, pero la democracia no hace maravillas solo por ella misma, eso es vivir una democracia 'electorera' y no la vedadera voz del pueblo que debe oírse todo el tiempo, no sólo el día de las elecciones.
besos!